Descubriendo el modelo turístico de los ‘World Heritage Sites’ de China

Por Javier de Estebal Curiel | Arta Antonovica

Gracias a una estancia de investigación en la University of International Business and Economics (UIBE) de Pekín, el pasado mes de junio los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Javier de Esteban Curiel y Arta Antonovica, pudimos conocer e investigar en primera persona lugares emblemáticos de China, reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Mundial.

Desde el año 1972, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a través de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, se ha caracterizado por la convicción de que el patrimonio cultural y natural especialmente valioso para la humanidad pertenece a todos los pueblos del mundo, debiendo ser preservados para las generaciones futuras. En la actualidad, la Lista de Patrimonio Mundial está conformada por 981 bienes, distribuidos en 160 países, lo que supone un reconocimiento a su historia y cultura. No obstante, formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial supone una serie de compromisos en la gestión, supervisión, preservación, protección y difusión del bien declarado.

Pero a nadie se le puede escapar que las razones que determinan la inclusión de un sitio en la Lista del Patrimonio Mundial son las mismas que año tras año atraen a millones de turistas. Por tanto, es evidente que el turismo constituye una pieza clave en la gestión de los sitios del Patrimonio Mundial, pues si bien el desarrollo desenfrenado del turismo puede acarrear consecuencias nefastas para esos tesoros de la humanidad, sus beneficios no pueden ser ignorados. Por tanto, se hace necesario combinar la protección y la conservación del patrimonio mundial con su utilización como recurso turístico. Y ello implica investigación.

Gracias a la colaboración de la University of International Business and Economics (UIBE) de Pekín, los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y miembros del proyecto de investigación “La herencia de los reales sitios. Madrid, de corte a capital (Historia, Patrimonio y Turismo)” (H2015/HUM3415) de la Convocatoria de Programas de I+D en Ciencias Sociales y Humanidades 2015 de la Comunidad de Madrid, Javier de Esteban Curiel y Arta Antonovica, especializados en turismo, disfrutamos entre el 4 y 24 de junio de este año de una estancia de investigación en el país que cuenta con el mayor número de sitios reconocidos como Patrimonio Mundial, China. Una oportunidad única de poder fortalecer lazos con universidades chinas de cara al Master Universitario “Dirección Internacional del Turismo/ International Tourism Management” de la URJC, que dirige el profesor Javier de Esteban Curiel. Pero sobre todo pudimos conocer de primera mano lo que se está haciendo sobre el terreno en un país tan diferente culturalmente como es China, tratar de darle sentido en nuestras investigaciones, compararlo con nuestras propias experiencias y con la finalidad de exponer lo que hemos aprendido.

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El profesor Javier de Esteban Curiel en la sede de la University of International Business and Economics (UIBE) de Pekín.

Así, durante 20 días, procedimos a investigar las motivaciones, imágenes, perfiles socio-demográficos, opiniones, concienciación ambiental y modelos de consumo de los turistas culturales, nacionales y extranjeros, que visitan las atracciones catalogadas como Patrimonio Mundial. Para ello, fuimos a conocer de primera mano algunos de estos bienes, ubicados en China, como la Ciudad Prohibida, sede del poder supremo bajo las dinastías Ming y Qing durante más de cinco siglos (1416-1911), que supone un conjunto arquitectónico y paisajístico inigualables; la Gran Muralla China, la obra de ingeniería militar más importante de todos los tiempos por su componente histórico y estratégico; el Palacio de verano y jardín imperial de Pekín, obra maestra del arte arquitectónico y paisajístico chino; el Templo del Cielo, altar imperial de sacrificios del siglo XV; y las Tumbas imperiales de las dinastías Ming y Qing, complejos arquitectónicos del siglo XVII que suponen el reflejo de los elementos tradicionales de las distintas dinastías reinantes en China y de la civilización manchú. De la experiencia en estos lugares, cargados de historia y naturaleza, advertimos la necesidad de distinguir conceptos varios, que si bien en nuestra cultura occidental se confunden habitualmente, en el gigante asiático jugaron un papel fundamental. Tales conceptos enfrentados son el de “rey” frente al de “emperador”, y el de “reino” frente a los de “imperio” y “dinastía”.

Gracias a la colaboración de la University of International Business and Economics (UIBE) de Pekín, los profesores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y miembros del proyecto de investigación “La herencia de los reales sitios. Madrid, de corte a capital (Historia, Patrimonio y Turismo)” (H2015/HUM3415) de la Convocatoria de Programas de I+D en Ciencias Sociales y Humanidades 2015 de la Comunidad de Madrid, Javier de Esteban Curiel y Arta Antonovica, especializados en turismo, disfrutamos entre el 4 y 24 de junio de este año de una estancia de investigación en el país que cuenta con el mayor número de sitios reconocidos como Patrimonio Mundial, China. Una oportunidad única de poder fortalecer lazos con universidades chinas de cara al Master Universitario “Dirección Internacional del Turismo/ International Tourism Management” de la URJC, que dirige el profesor Javier de Esteban Curiel. Pero sobre todo pudimos conocer de primera mano lo que se está haciendo sobre el terreno en un país tan diferente culturalmente como es China, tratar de darle sentido en nuestras investigaciones, compararlo con nuestras propias experiencias y con la finalidad de exponer lo que hemos aprendido.

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De izquierda a derecha: Ciudad Prohibida, Gran Muralla y Tumbas Imperiales de la dinastía Ming.

Los resultados preliminares de nuestra investigación en torno al turismo de los ‘World Heritage Sites’ revelan que se tratan de lugares que, por su significado histórico, social y natural, atraen a personas bien formadas culturalmente, con trabajos de prestigio, altos ingresos, fuertemente concienciados con el medio ambiente. Se trata del perfil de turista cultural que hemos investigado hasta ahora, si bien hay que decir que no todos los visitantes que analizamos eran turistas culturales, pues el nivel de motivación cultural varía ostensiblemente de un turista a otro y de un país a otro.

En los próximos meses, continuaremos con la investigación del modelo turístico del Patrimonio Mundial, cuya primera piedra ha partido de la experiencia inolvidable de la historia china.