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  • FelipeIV-tomoIV-vol2
    Hace más de veinticinco años un grupo de jóvenes investigadores iniciamos el estudio de la articulación política de la Monarquía de Felipe II tomando como elemento de análisis los grupos de poder frente al modelo institucional del Estado Moderno, que dominaba entonces en las investigaciones. Pronto nos dimos cuenta de que la nueva metodología que aplicábamos descubría nuevas realidades y señalaba las numerosas contradicciones que escondía el “sistema estatal” (en el que nos habíamos formado). Fue así como iniciamos los estudios de la Corte y Casa Real en los que tuvimos que comenzar por definir (dada la confusión que existía en aquellos años en que en Europa se comenzaba a hablar sobre estos conceptos) lo que era la Corte y la Casa Real (sinónimo de “dinastía”), y a demostrar que, lejos de ser unos elementos concretos de la estructura institucional de las Monarquías europeas de la Edad Moderna, constituían un sistema político con unos fundamentos filosóficos y culturales propios que configuraron las Monarquía modernas. Como hemos explicado varias veces, la “Corte” fue una organización político-social cuyas estructuras emanaron de la filosofía práctica clásica. Aristóteles estaba convencido de la formación natural de la sociedad y de su consiguiente organización. En su libro, La Política, comenzaba afirmando que “El hombre es un animal social”, de donde deducía que, de manera natural, el hombre se veía inclinado a formar la familia y el conjunto de familias conformaban la “República”. Pero sobre todo, es importante señalar que la filosofía práctica tuvo como fin la subordinación del trato humano a aquellos principios éticos y a aquellas virtudes que el padre o el príncipe estaban llamados a encarnar. De esta concepción antropológica se derivaba que la sociedad se articulaba a través de redes de poder no institucionales, esto es, basadas en relaciones personales (patronazgo, clientelismo, familiares, etc.), lo que no resulta contradictorio con la existencia de determinados organismos como los Consejos. Dada la fundamentación del poder, que inducía a que la sociedad se articulase a través de relaciones no institucionales, la Monarquía configuraba políticamente el Reino, tomando la Casa Real como núcleo del sistema, Ya que –como afirma Pierre Bourdieu- “Decir que la casa real tenía como política estrategias domésticas quiere decir que se describen como políticas cosas que no son políticas. Decir que las estrategias matrimoniales están inspiradas por la preocupación de perpetuar la casa es decir que la separación entre la familia real y el aparato del Estado no se había realizado”. Para comprender tan heterogénea realidad es preciso abordarla desde la interdisciplinariedad como método de estudio. Aplicando este modelo metodológico comenzamos a estudiar la Monarquía hispana articulándola por reinados (y no por insensibles estructuras de “larga duración” que podían atravesar varios reinados sin distinguir el contenido y particularidades de cada uno de ellos). Recuérdense las obras sobre la Corte de Carlos V (5 vols.), sobre Felipe II (varias obras), sobre Felipe III (4 vols.) y ahora la de Felipe IV en 11 vols. A través de sucesivos proyectos (siempre con la inclusión de nuevos investigadores, que se han ido sucediendo) hemos ido recorriendo toda la Edad Moderna hasta llegar al final; es decir, cómo desaparece el sistema de la Casa y Corte para transformarse en una nueva organización política y social (siglo XIX). Lo que podemos adelantar es que si bien el significado y función de la Casa Real cambió radicalmente del Antiguo Régimen a la Edad Contemporánea (en la Constitución de 1812 aparece como un organismo más del Estado), no parece que existieran cambios sustanciales en el sistema de Corte, que perduró durante todo el siglo XIX como bien se demuestra, incluso, en la literatura española del siglo XIX (valga como ejemplo, B. Pérez Galdós, La de Bringas). Por si aún cabe alguna duda al crítico lector, es preciso recordar que los estudios que hemos realizado sobre los diferentes reinados, de ninguna manera han pretendido constituir una “Historia de España”, ni siquiera esta extensa obra sobre “La Corte de Felipe IV” pretende ser un estudio “completo” de dicho reinado; nuestro objetivo consiste en establecer un modelo de estudio con la metodología del sistema cortesano (de acuerdo a las obras que ya hemos publicado sobre distintos reinados), que sin duda es diferente de los planteamientos y métodos de los se han utilizado hasta ahora por las distintas corrientes historiográficas. Una metodología que sirva a los investigadores en Humanidades analizar y comprender la realidad social y el mundo de la corte desde su propia especialidad y temática. Esta es la razón por la que han participado numerosos especialistas de distintas materias en el reinado de Felipe IV. En este sentido, nos apresuramos a agradecer a los diferentes profesores, que han participado en la obra, por los trabajos aportados en los temas que ellos son especialistas reconocidos, pues –desde sus conocimientos indiscutidos- nos los han entregado generosamente con el objetivo de contribuir a fortalecer y poner en práctica esta metodología. pdfÍndice Enlace a Polifemo.
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    ¿Decadencia o Reconfiguración? Las Monarquías de España y Portugal en el cambio de siglo (1640-1724)

    A lo largo de los años del cambio de siglo la Monarquía hispana se encontró en una encrucijada: o bien seguir la política hispana de Felipe II (Monarchia Universalis), o asumir los dictados de Roma y subordinarse a su jurisdicción. Felipe III optó por esta segunda opción y el papado le concedió el sobrenombre de “Monarquía Católica”. A partir de entonces, los principios sobre los que la Monarquía hispano-portuguesa proyectó su política y estableció su cultura estuvieron basados en el universalismo de la confesión católica dictados por Roma. Los tratadistas políticos se vieron obligados a reformular una teoría política que defendiera y justificara la subordinación del poder de la Monarquía a Roma, al mismo tiempo que las nuevas Órdenes religiosas “descalzas” catequizaban a la sociedad en una espiritualidad que dependía directamente de Roma. Muy pronto, se demostró que el seguimiento de esta política resultaba contradictorio y perjudicial para el sostenimiento e institucionalización de la Monarquía. El mantenimiento económico de la política católica recayó en la Monarquía (preferentemente en Castilla), que no encontró más recursos que el establecimiento de impuestos y el ahorro en la concesión de mercedes y gratificaciones a sus súbditos. Desde este punto de vista, la llamada decadencia de la Monarquía Católica -durante el reinado de Felipe IV- se caracterizó por una serie de contradicciones. Por lo que respecta a la Monarquía portuguesa también se le planteó un nuevo reto tras la independencia obtenida en la misma época. Los Braganza necesitaban una reconfiguración de su Monarquía para poder subsistir con independencia. icon-32-pdfÍndice
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    La literatura y el ocio en la sociedad cortesana del Siglo de Oro es un estudio histórico sobre el ideal del ocio laborioso, diferenciado de la ociosidad que consiste en no hacer nada. El enfoque resulta novedoso, ya que escasean las investigaciones sobre la historia moderna del otium , complementaria del negotium , quizá por haber sido considerada un tema de importancia menor con relación al trabajo. La principal hipótesis desarrollada tiene que ver con la revaloración del ocio laborioso ocurrida en el contexto de la sociedad cortesana de los siglos XVI y XVII, cuya herencia persiste con posterioridad a que se hubiesen producido las nuevas condiciones económicas y sociales propiciadas por la Revolución Industrial, desde el siglo XIX, de las que surgirá el ocio de masas. Durante el periodo preindustrial, sin embargo, también se produjeron manifestaciones culturales y festivas asociadas a diversas formas del ocio, analizadas a lo largo de los seis capítulos que conforman el libro. El primero resume un estado de la cuestión en el que se cuestiona la oposición absoluta, establecida por parte de la crítica, entre el ocio cortesano y el ocio de tipo letrado o humanista, de tradición ciceroniana. Después de abordar en el segundo apartado la tipología y las diferentes clases de ocio: lúdico, festivo y cultural, el tópico remedio literario de la ociosidad sirve, en el apartado tercero, de punto de partida para comprender la utilidad de la literatura desde la época renacentista, y también para justificar las diferentes variedades genéricas de la ficción literaria entonces predominantes, como la prosa dialogada y la narrativa que culmina en Cervantes, considerado desde esta nueva perspectiva. Para completar el panorama histórico-literario, el apartado cuarto se dedica al ocio poético de la tradición clásica española, articulado desde Garcilaso a Góngora, cuya ruptura condujo a la plena afirmación romántica de la autonomía del arte por el arte, mientras que el apartado quinto versa sobre el ocio teatral, analizando su importancia en el desarrollo de la controversia sobre la licitud del teatro que originada tras el triunfo de la comedia nueva, cuyo máximo exponente fuera Lope de Vega, perdura hasta la Memoria compuesta por Jovellanos a finales del siglo XVIII, marcando el final de una etapa en las valoraciones tradicionales que identificaban en exclusiva el ocio con la ociosidad. En el apartado sexto y último, se resume la evolución secular del homo otiosus desde su revalorización en la sociedad cortesana hasta el cambio que ha culminado en nuestra actual sociedad del espectáculo, o del entretenimiento, donde ha variado sustancialmente la función desempeñada por el ocio literario que, en el contexto de la Europa de las cortes, se había manifestado como parte del ocio laborioso opuesto, más que al trabajo, al vicio de la inútil ociosidad.

    Índice

    Introducción || 1. LOS ESTUDIOS SOBRE EL OCIO. 1.1. EL cambio de valoración | 1.2. El punto de partida historiográfico | 1.3. El ocio literario |1.4. El ocio cortesano || 2. EL OCIO LABORIOSO. 2.1. Tipologías del ocio | 2.2. El ideal ciceroniano | 2.3. Las dos clases de ocio | 2.4. La ociosidad y el ocio honesto || 3. EL REMEDIO LITERARIO DE LA OCIOSIDAD. 3.1. Las ficciones literarias | 3.2. El ocio de la escritura | 3.3. El ocio dialógico | 3.4. El ocio narrativo || 4. EL OCIO POÉTICO. 4.1. El ocio de los libros de poesía | 4.2. Escritura poética y edición | 4.3. El ocio del amor | 4.4. La utilidad del ocio || 5. EL OCIO EN LA CONTROVERSIA TEATRAL. 5.1. La Memoria de Jovellanos | 5.2. La clase ociosa | 5.3. El ocio teatral | 5.4. La sociedad del espectáculo || 6. EL FIN DEL OCIO LITERARIO. 6.1 La herencia cortesana | 6.2. El ocio de masas || Bibliografía || Agradecimientos || Tabla de imágenes. Enlace a la editorial.
  • indice-pasado-tradicion-jesusa-vegapasado-tradicion-jesusa-vega
    En las páginas de este ensayo se mira hacia el siglo XIX con conciencia del presente, un presente donde el debate sobre la identidad común cuestiona continuamente el imaginario sobre el que ésta se sustenta, aunque luego en la vida cotidiana sigue funcionando activamente. El objetivo principal de estas páginas ha sido rastrear y registrar cómo contribuyó lo visual a construir ese imaginario, sin pretender en ningún caso la exhaustividad sino más bien al contrario, tratando de centrarse en aquellos hechos relevantes que permiten conocer los dispositivos, estrategias y mecanismos que contribuyeron activamente a esa creación, aunque algunos de ellos, como las galerías de cera, no habían encontrado hasta ahora su lugar.
    Jesusa Vega, Pasado y Tradición. La construcción visual del imaginario español en el siglo XIX, Ediciones Polifemo, 2016, pp. 192.
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    Fortuny o el arte como distinción de clase

    Carlos Reyero
    La vida, signifique lo que signifique, no es algo que pueda explicarse desde la eternidad. La memoria de Mariano Fortuny y Marsal ha estado demasiado condicionada por la épica de un destino artístico situado más allá de los avatares terrenales. Sin embargo, como todos los seres humanos, hubo de conciliar sus aspiraciones personales con la complejidad de un sistema que cambiaba rápidamente, condicionado por las apariencias y el dinero. A mediados del siglo XIX, el arte empezó a funcionar como un elemento de prestigio para una nueva élite deseosa de exhibir su poder, no siempre experta en sutilezas estéticas. La posesión y el reconocimiento de las obras de Fortuny se convirtió en un signo de distinción de clase que aparece profundamente determinado por pasiones humanas. Esta circunstancia singular sirve de arranque para adentrarse en un universo de intereses mundanos que va más allá de la pura trayectoria vital del pintor, observada desde una multiplicidad de puntos de vista, tales como la amistad, el amor, la frivolidad, la presunción, el sexo o la nostalgia. A través de un relato fresco y ágil, que escapa al futuro perfecto de los grandes discursos, se desnudan con ironía los protagonistas, en cuyas actitudes, a veces prosaicas y banales, se reconoce el sentido más vital del arte.
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    Los Países Bajos, tras su incorporación a la Monarquía Hispana, fueron regidos por gobernadores generales que establecieron sus propias Casas en Bruselas. Sin embargo, esta situación comenzó a cambiar a mediados del siglo XVII, cuando se empezó a hablar en los nombramientos de que los diversos criados ya no pertenecían directamente a la Casa de tal o cual gobernador, si no a la Maison Royale de Bruxelles. Esto suponía un notable cambio, pues podemos inferir que, desde éste momento, la Casa Real de Bruselas no pertenecía a los personas sino al territorio. La existencia de esta nueva Casa, por otro lado la única que se creó en Europa en todo el siglo XVII, requería de una justificación teórica. Hay que recordar igualmente, que durante el reinado de Felipe IV (1621-1665) se llevó a cabo en Madrid una codificación exhaustiva de las Etiquetas tocantes a la Casa Real, implicándose también el resto de Cortes de la Monarquía en el proceso, como fue el caso de Bruselas. Es en éste contexto donde debemos situar los manuscritos de Francisco Alonso Lozano que aquí presentamos. El autor, entre 1692 y 1712 redactó dos libros; en el primero, titulado Plan ou Estat de la maison royale dans ces estats de flandres, se detallaban las funciones de cada oficio de esa nueva Casa Real. Mientras, el segundo, Notice de toutes les emplois de la cour et de la chapelle royale de Bruxelles, indicaba el número de criados que había y los gajes y raciones que recibían. Sin duda, consideramos que la edición de estos manuscritos representa una fuente de primer orden para el conocimiento de la Corte de Bruselas durante el siglo XVII, comparable a lo que representan las Etiquetas Generales de Palacio que se realizaron en Madrid a mediados de dicho siglo. PDFÍndice
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    Paris, ville de cour (XIIIe-XVIIIe siècle)

    Les historiens s’intéressant rarement au cadre urbain des séjours de la cour, ce livre vise à réconcilier l’histoire de la cour avec l’histoire urbaine en général, et avec Paris en particulier. Il s’agit d’un véritable livre collectif qui explore le problème de la présence physique du roi et de ses gens dans la ville, mais aussi celui des effets socio-économiques et politiques de la consommation curiale dans Paris. Comblant un angle mort de l’historiographie, ce livre montre comment Paris fut la ville de cour par excellence, de Philippe le Bel à la fin de l’Ancien Régime. icon-32-pdfÍndice Enlace al producto.
  • caleidoscopio-vida-cotidiana-contracaleidoscopio-vida-cotidiana-gloriafranco
    Varios miembros de nuestro proyecto "La Herencia de los Reales Sitios" participan en esta obra colectiva editada por la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Gloria Franco Rubio. "El libro […] se inscribe en una corriente de investigación –la Historia de la vida cotidiana- que en los últimos quince años ha experimentado un gran desarrollo en la bibliografía modernista española. Seminarios, congresos y publicaciones cada vez más numerosas son testigo de ello. En esa línea de exploración los diversos estudios que contiene ofrecen novedosas aportaciones sobre una diversidad de aspectos relacionados con la cotidianeidad y la existencia diaria durante los siglos modernos. Para profundizar en su estudio se ha realizado un acercamiento al fenómeno de lo cotidiano examinando las condiciones y situaciones a que tenían que enfrentarse los seres humanos de todas las edades, sexo, estado y condición social en el curso de la vida; algunas orientadas a la satisfacción de necesidades primarias –alimentación, vestido, formas de habitación-, otras relacionadas con el sistema productivo, con las condiciones de trabajo o con la estructura de la propiedad y, por último, las relacionadas con la articulación de las sociedad y su desorden –familia, matrimonio, costumbres, entretenimientos, formas de sociabilidad, prácticas cotidianas-, sin olvidar las que se refieren a la psicología de los individuos como los sentimientos paterno-filiales, conyugales, amorosos, de amistad, de pasión o camaradería y sus contrarios, es decir, sensaciones de desafecto, hostilidad, violencia, enemistad, desamor, enfrentamientos y rivalidades que atraviesan las relaciones familiares, vecinales y comunitarias. […] En este sentido, la cotidianeidad se revela como un fenómeno complejo que proporciona al historiador una escala de análisis lo suficientemente poliédrica como para poder descifrar la dialéctica entre la estabilidad y el dinamismo que subyacen, y a menudo colisionan, en la sociedad del Antiguo Régimen, mediatizando la conducta de sus gentes. Ha sido el hilo conductor que ha agrupado, bajo determinados epígrafes, a cada uno de los diecisiete capítulos que componen la obra; todos ellos abordan su estudio desde perspectivas específicas, a tenor de la temática tratada, con una sólida base documental a partir de una variada selección de fuentes notariales, judiciales, literarias, institucionales, laborales y epistolares que revelan una panorámica bastante completa de la complejidad e interés del hecho cotidiano." (Extracto de la Introducción  de G. Franco)
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    Nueva Publicación

    Goya y sus críticos (y otros ensayos)

    Ediciones complutense, 2017

    Nigel Glendinning renovó los estudios de Francisco de Goya en 1977 con Goya and his critics, cuya primera edición castellana se publicó cinco años más tarde. En este ensayo se constata la calidad y delicadeza que caracterizó su actividad científica: erudición y rigor, finura de análisis y exhaustiva documentación, amor por la cultura española y sensibilidad en la apreciación y estudio de las artes. El estudio contrastado de las fuentes y la calidad artística de las obras fueron dos inquietudes principales de Glendinning, no dudando en hacer valer su opinión cuando los veía comprometidos, como se puede comprobar en el seminal ensayo «El problema de las atribuciones desde la exposición de Goya de 1900». En este libro se publican de nuevo ambos estudios precedidos por una semblanza de Valeriano Bozal y los ensayos de Sarah Symmons y Jesusa Vega.
  • felipe-iii-contraportadafelipe-iii-portada
    "La monarquía de FelipeIII" muestra la trascendencia de la Casa Real y cómo, a partir de ella, se articularon las diferentes estructuras del servicio regio que hicieron posible el gobierno de un amplio imperio, incluyendo valiosísimos datos sobre las Casas reales o el aposento cortesano. Estos cuatro volúmenes se adentrarán en aspectos importantes del reinado del monarca: las secciones de la Casa real, la educación de Felipe III y Margarita de Austria, sus favoritos, sus consejeros, cortesanos, la articulación territorial de la monarquía y las relaciones con otras instancias del poder contemporáneas. Autores: José Martínez Millán; María Antonietta Visceglia (dirs.) Madrid, 2008. 4 vols (La Casa, La Corte; Los Reinos). 24,7 x 17,5 cm. ISBN: Vol. 1 - 9788498440867; Vol. 2 - 9788498440874; Vol. 3 - 9788498440881; Vol. 4 - 9788498440898; Obra completa: 978-84-9844-085-0. Lengua: Español Precio: 50 euros Comprar en Polifemo  
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    La Monarquía de Felipe II: La Casa del Rey es el fruto de una intensa y minuciosa labor investigadora en los principales archivos españoles y europeos llevada a cabo durante más de diecisiete años por un numeroso grupo de reconocidos especialistas dirigidos por José Martínez Millán y Santiago Fernández Conti. A través de sus dos volúmenes se pone de manifiesto la trascendente función de la Casa Real como elemento esencial de las monarquías de la Edad Moderna y el modo en que, a partir de ella, se articuló un gobierno que se extendía a varios continentes. Autor: José Martínez Millán, Santiago Fernández Conti (dirs.)  Madrid, 2005. 2 vols. 950 + 999 p., 25 x 17,5 cm. ISBN: 84-8479-057-6 (Volumen 1)  84-8479-058-4 (Volumen 2)  84-8479-059-2 (Obra completa) Lengua: Español Precio: 50 euros Comprar en Polifemo  
  • contraportada-el-inventarioinventario-alcazar-madrid-1666
    El Inventario del Alcázar de Madrid de 1666 se redactó tras el fallecimiento de Felipe IV el 17 de septiembre de 1665. El documento refleja el afán coleccionista del monarca, quien en sus cuarenta y cuatro años de reinado multiplicó exponencialmente el número de obras artísticas en sus palacios. Basta compararlo con el inventario del Alcázar madrileño de 1636 para advertir la transformación decorativa de la principal residencia de la Monarquía hispánica. Un altísimo porcentaje de las obras que aparecen en el documento se refieren a los grandes maestros italianos y flamencos de los siglos XVI y XVII, sin olvidar la gran importancia que en las decoraciones regias tuvieron tapicerías, esculturas y mobiliario.
    Co-autores de la edición
    Martínez Leiva, Gloria Rodríguez Rebollo, Ángel
    ISBN: 978-84-16335-15-2 Formato: 29 x 24 cm Encuadernación: Tapa dura PVP: 75,00 Euros Fecha aparición: Febrero 2016 Editorial: Polifemo, Ediciones Año de edición: 2016
  • OBJETIVOS-Y-LINEASla-corte-de-felipe-IV
    Coordinadores y co-autores de la edición
    La decadencia de la Monarquía hispana siempre se ha identificado con el reinado de Felipe IV y ese proceso histórico se ha interpretado desde planteamientos prioritariamente económicos y desde un punto de vista castellano, insistiendo en el retroceso militar que experimentó en Europa. Para justificar esta evolución, los historiadores no han dudado en acusar al monarca de ser un personaje abúlico y amigo del placer y la diversión más que del trabajo, extrayendo tales características, incluso, del semblante con que aparece en los numerosos retratos que le hizo el gran Diego Velázquez. En nuestra opinión, la interpretación que se ha dado al reinado es simplista y unidimensional.
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